miércoles, 8 de abril de 2020

Producción II.- El realismo

Unidad II Narrativa II: reflejos de la realidad

 El Realismo

 Es un movimiento literario que triunfó en Europa hacia 1850 y que trató de reflejar la realidad social de la época. Frente al idealismo romántico, propugnó la observación directa de la realidad y la novela como género que mejor puede reflejarla.


A inicios del siglo XIX, en el que se desarrolló la corriente literaria del realismo, el cuento realista tuvo un gran auge. Se basa en la presentación de hechos reales o imitados de la realidad, con el fin de crear un efecto de verosimilitud. El cuento realista surge de la observación directa del entorno y de la vida en sus diversos aspectos: religioso, social, moral, histórico, etc., buscando reflejar de forma seria la realidad y brindar un testimonio de ésta, tal y como es. El estilo de esta categoría se puede observar en obras como El pabellón número seis o La dama del perrito, de Chéjov; Bola de sebo o La casa Tellier, de Guy de Maupassant.

Durante el siglo XX, en la época contemporánea, se desarrollaron diversas categorías, como son el relato indigenista, el relato urbano, la literatura fantástica y el realismo mágico –con un gran auge en Hispanoamérica–, y los cuentos de terror, detectivescos y de ciencia ficción.
Es un movimiento cultural que se da principalmente durante la segunda mitad del s. XIX en toda Europa. Esta nueva manera de ver las cosas se inicia hacia 1850 en Francia , con la publicación de la revista “Realisme” que define los rasgos más característicos de este movimiento.
Las novelas realistas se escriben desde los años treinta pero el Realismo como escuela no se consolida hasta la década de los cincuenta, con la Revolución de 1868, en que van tomando cuerpo las posiciones antirrománticas o superadoras del Romanticismo.
Asigna como fin a las obras artísticas o literarias la imitación fiel de la naturaleza, cuyo auge se da en Europa en la segunda mitad del siglo XIX.

Orígenes y evolución
El realismo surgió en la Francia de la primera mitad del siglo XIX, inmersa aún en el romanticismo. Se inició con autores como Balzac y Stendhal, y se desarrolló ya como movimiento independiente con Flaubert, en el contexto de una sociedad urbana e industrial, con una clase burguesa asentada.
En España, el inicio del movimiento realista coincidió con acontecimientos históricos centrales. Surgió hacia 1870, después de “La Gloriosa”, y tuvo su apogeo en la década de 1880, época del acceso al poder de la burguesía y en contexto cultural complejo y variado. En la aparición del realismo influyeron géneros del romanticismo como la novela histórica y, sobre todo, los artículos de costumbres, junto con las obras y las reflexiones estéticas de novelistas extranjeros como Balzac, Flaubert, Dickens y Tolstoi.

 Rasgos de la literatura realista

La realidad es el eje sobre el que gira toda la obra: no hablamos solo de una historia, sino de una historia ambientada y centrada en una sociedad concreta, con una cultura y unas características concretas, que pueden ser fácilmente reconocidas, y con las que el lector se siente identificado, si no con la historia en sí misma, si con lo que se cuenta: el lector puede no conocer a nadie al que le hayan pasado las aventuras del protagonista, pero en la sociedad en la que se mueve, estas podrían tener sentido. Algunos autores consideran que el Realismo comienza cuando los personajes de las obras dejan de ser de una clase social u otra, y en el escrito pueden aparecer interrelacionados todos los personajes que conforman una sociedad.
El principal rasgo del Realismo es la impersonalidad. Flaubert decía que "no hay que escribirse", lo que importa no es lo que piensa el autor, ni la realidad vista desde la perspectiva del autor, sino la realidad simple. Se busca conseguir que la literatura sea una ciencia exacta, que estudie los fenómenos naturales (entendidos por tal los "reales") e incluso pueda predecirlos: Flaubert celebraba con entusiasmo la similitud entre su discurso del prefecto en Madame Bovary y un discurso real de un ministro francés.

Marco histórico y cultural

Los gobiernos progresistas surgidos al hilo de la Revolución de 1868 consagraron derechos democráticos e impulsaron reformas laborales y fiscales que crearon gran descontento. La crisis económica, el desempleo, las guerras y los conflictos regionales contribuyeron al fracaso de la I República y a la Restauración de la monarquía, que puso fin a un largo período de guerras.
Durante la Restauración, los cambios gubernamentales se efectuaron por medio de las Cortes y se estableció el bipartidismo de liberales y conservadores. El Gobierno, centralista y oligárquico, se apoyaba en el medio provinciano y rural, dominado por caciques, con quienes se controlaban y simulaban unas elecciones fraudulentas.
El desarrollo económico (minería, siderurgia vasca, industria textil catalana y actividades comerciales) impulsó el crecimiento de las ciudades, comunicadas por el ferrocarril. A este período corresponde la consolidación del Estado liberal y el triunfo de la burguesía. Las familias burguesas gustaban del lujo y de la ostentación, mientras que las masas populares permanecían al margen de la política, la modernización y la cultura. En estos años se desarrollaron las organizaciones obreras, en sus vertientes socialista y anarquista.

Características

·         Eliminación de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.
·         Análisis riguroso de la realidad. El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.
·         Los problemas de la existencia humana, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de los personajes.
·         Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y las costumbres.
·         El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.
·         El tema esencial es la realidad que rodea al escritor, quien debe dar testimonio de la misma y actuar como un cronista. La clase media se convirtió en el foco de atención preferente del escritor. En esa plasmación de la realidad observada puede verse, en ocasiones, cierta actitud de crítica social.
·         El narrador es objetivo y suele ser omnisciente, es decir, conoce a sus personajes a fondo. Para mostrar los sentimientos y pensamientos de los personajes se utilizan el monólogo interior y el estilo indirecto libre. El retrato puede ser un completo análisis psicológico y la descripción de ambientes suele realizarse también con minuciosidad.
·         El estilo es sencillo y sobrio. Con el lenguaje se pretende reproducir la forma de hablar de los personajes y su condición social, por lo que aparecen varios registros.

El realismo en la literatura rusa


El siglo XIX es considerado el Siglo de oro de la literatura rusa, ya que tanto la poesía como la prosa consiguieron alcanzar la excelencia durante este período.

Los autores más destacados del Realismo ruso son: Gogol, Dostoyevski, Tolstoi y Chejov.
En la segunda mitad del siglo XIX los autores rusos no pudieron ignorar la complejidad social y política de su país, y convirtieron la vida cotidiana y el individuo común, en el tema principal de su obra: es la corriente denominada Realismo ruso.

El Realismo se extendió a las demás artes como, por ejemplo, a la pintura del artista realista ruso Ilya Repin cuyos cuadros ilustran este tema.

El realismo en la literatura mexicana


En la segunda mitad del siglo XIX, cuando Benito Juárez vuelve al poder después de que sucumbiera el efímero imperio de Maximiliano, México se postuló como una nación independiente, pues había logrado deshacerse del yugo tutelar que le imponía España y del estigma imperialista que representaban las intervenciones extranjeras. Sin embargo, la independencia cultural no se había dado de manera efectiva; los distintos países que conforman América Latina seguían los moldes estéticos que proponía Europa. La mayoría de los escritores orientaron la vista hacia el otro lado del océano y con esa actitud forjaban su desarrollo personal.
En este sentido, se afirma que el proceso político de emancipación no coincidió con la ideología espiritual de nuestros pueblos, los cuales mantuvieron aun una larga trayectoria para encontrar formas propias. La novela realista establece su esplendor durante el periodo gubernativo de Porfirio Díaz; nunca antes había alcanzado el auge y la madurez que le reconoce la historia de la literatura. Si durante el romanticismo, la novela se debate entre aproximaciones y titubeos temáticos, con el realismo revela una concepción narrativa de mayor solidez y una estructura más equilibrada. En la literatura francesa de la época estaban presentes Honore de Balzac, Gustave Flaubert, los hermanos Goncourt y, desde luego, Emilio Zola, quienes marcaron los perfiles del realismo y del naturalismo de manera científica y sistemática. El sentido pintoresco de la realidad que presenta el costumbrismo se había modificado, ahora la novelística pretendía retratar la realidad.
Se necesitaba un espacio literario lleno de posibilidades anecdóticas, donde se ofreciera un personaje acorde al mexicanismo propuesto por las sociedades literarias del siglo XIX. Al recrear la fisonomía del campo, los escritores realistas establecieron también al hombre que lo dominaba e impusieron la presencia del charro en nuestras letras. En México, el campesino se ve envuelto en las circunstancias sociales provocadas por la guerra de Independencia y ante la situación que se le presentaba se transforma en soldado; la tranquilidad característica de sus labores se convierte en reclamo y agresión en contra de la injusticia. 




FUENTES DE CONSULTA:
Literatura I. Telebachillerato comunitario. Tercer semestre. María Fernanda Cacho Ortega, Tamara Cacho Ortega. Dirección de Coordinación Académica. D.R. Secretaría de Educación Pública, 2015. ISBN: 978-607-8229-88-8

Manual de Literatura EspaÑola. Segundo Curso. Del Barroco a la Generación Del 98. Manuel Maneiro Vidal. ISBN 978-1-4092-0268-4 

Literatura Mexicana E Iberoamericana. Introducción al análisis de textos. Arturo Orozco Torre. Universidad Nacional Autónoma de México. Revisión Técnica Alicia Correa Pérez. Primera edición 2003.  ISBN 970-26-04 16- 8



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